La navidad parece llegar más rápido cuantos más años cumplimos. Te voy a contar porque y desde luego no tiene nada que ver con los años. Nuestra experiencia del tiempo cambia porque dependemos de la memoria para estimar la duración. Cuando juzgamos cuánto duro algo, basamos nuestra estimación en cuántos recuerdos hicimos durante el periodo de interés.
Da igual que estemos tratando de recordar la duración de una película, un viaje en automóvil o una relación, la cantidad de recuerdos que codificamos durante la misma servirá como indicador de su duración.
Nuestros cerebros interpretan como breves los períodos de tiempo en los que se crean menos recuerdos nuevos, ya sea porque faltaron tareas estimulantes, actividades novedosas o emociones intensas.
Entonces parece tratarse mas una cuestión de vivir con emoción y apasionarnos por las actividades que nos gustan que, de edad.
Ser bueno contigo mismo; consentirse, pasar un rato agradable, no castigarte o no negarte nada. La idea es relajarse y sentirse «en casa» tanto como se posible, olvidándose de las preocupaciones, de la vida
Pasar tiempo relajado y acogedor solos o acompañados tomando café con pastel o cerveza, puede ser bueno para el alma. Susanne Nilsson es profesora de danés en el colegio Morley de Londres y su curso incluye la enseñanza de Hygge.
Hygge es sentarse frente a la chimenea en una noche fría, mientras bebes vino caliente con azúcar y especias y acaricias a tu perro echado a tu lado, es comer galletas, mirar la TV bajo un edredón, tomarté té en una taza de porcelana china.
Estamos acostumbrados al miedo y a la preocupación. Nuestras zonas de confort son todo menos confortables. No nos sentimos seguros ni contentos con nosotros mismos.
Esta todo ahí. Eres tú el personaje favorito de tu vida. Date la oportunidad de descubrirte, de amarte y perdonarte.
Seguro que el hogar donde están viviendo esta por descubrir. Te esperan recuerdos hermosos, divertidos y sorprendentes
